Las Cuatro Estaciones de Las Chicas Gilmore

Lo primero es deciros… ¡FELIZ NAVIDAD! Llevo escribiendo este post bastante tiempo y la idea era haberlo subido antes de Navidad, pero bueno, más vale tarde que nunca.

El día 25 de Noviembre fue un día especial para los Estadounidenses (¡Feliz día de Acción de 
Gracias!) pero también fue un día especial porque el reparto de una serie muy popular decidió juntarse para rodar cuatro capítulos y así cerrar un ciclo. Es una serie repleta de citas de autores y películas antiguas, café, el dueño de un café con poco don de gentes y un par de locas cuyas idas y venidas son capaces de hacer reír y llorar a cualquiera. ¿Ya sabéis de qué serie se trata? Sí, me refiero a Las Chicas Gilmore.

Y me diréis, ¡pero esto no es un libro!  Lo sé, pero creo que la literatura está muy presente en Las Chicas Gilmore, pues a las dos protagonistas les gusta leer y citan a muchísimos autores a lo largo de la serie.  Por tanto, me he decidido a escribir este post, pues para mí, como gran fan de la serie, se cierra una puerta muy importante.
Empecé a ver Las Chicas Gilmore con unos nueve años, y a diferencia de otras series, esta me hacía sentir como en casa. Yo siempre he sido una niña tímida, que prefería los libros o las películas a jugar en el parque y que se tomaba las clases muy en serio, así que no es de extrañar que Rory se convirtiese en mi modelo a seguir.

El anuncio del estreno de Las Cuatro Estaciones de Las Chicas Gilmore (¿pero qué pasa con la traducción?) fue una sorpresa brutal. Nadie lo esperaba pero todos lo ansiábamos. ¿Qué había pasado con Lorelai y Rory? ¿Seguiría Lorelai con Luke? ¿Sería Rory una gran periodista? ¿Qué había pasado con París? ¿Seguirían apareciendo Emily y Richard, ahora que el actor que había dado vida a Richard había fallecido? Las preguntas que nos hacíamos todos eran abrumantes, y a mí me asaltó la peor de todas: ¿Y si no me gusta? Era algo que me aterrorizaba, al fin y al cabo es mi serie favorita, he crecido con ella y no sabía que iba a encontrar el día 25.
Pero el día llegó, y una vez más Sherman-Palladino nos ha hecho reír, llorar y nos ha dejado con la boca abierta ante un final tan inesperado. Los cuatro capítulos de la temporada tienen una duración de unos 90 minutos cada uno y se titulan como las cuatro estaciones: Invierno, Primavera, Verano y Otoño. 



Me ha gustado mucho, en general, aunque la nostalgia a veces ha podido conmigo. Estos cuatro capítulos tienen un trasfondo más serio que las temporadas anteriores y las Gilmore tienen que enfrentarse a muchos obstáculos. Creo que la que más problemas tiene es Rory, una vez más, que a pesar de ser ya una treintañera se ha dado cuenta de que la vida que soñaba con tener de adolescente no se ha cumplido, pues tiene un trabajo bastante mediocre, no ha superado lo que siente por su ex y no tiene un lugar fijo donde vivir.

Los cuatro capítulos me han sabido a poco, Sherman- Palladino sabe muy bien lo que se hace. Naturalmente, me encantaría que hiciesen más episodios, pero a veces las cosas tienen que acabar de forma brusca, dejando al espectador sumido en la incertidumbre.  Ha sido muy bonito volver a ver a personajes míticos como Kirk, Sookie, la señora Kim, Michel, Babette, etc. y volver a un Stars Hollows como sacado de una postal, con sus gentes, sus costumbres y las situaciones rocambolescas que emocionan y amenizan las frías tardes de invierno.

Si nunca le habéis dado una oportunidad a Las Chicas Gilmore y os gustan las series con personajes divertidos, originales, los dramas románticos y el café... ¿a qué estáis esperando?






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